Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional
Nazioarteko Lankidetza eta Garapenari Buruzko Ikasketa Institutua
“Esta maleta colombiana recoge testimonios, reflexiones y experiencias de personas que tuvieron que salir al exilio escuchadas por la Comisión de la Verdad de Colombia, masticadas como se hace en las comunidades indígenas con la hoja de coca, mambeadas mientras se activa un pensamiento colectivo, que da vueltas a la palabra hasta que ésta se hace parte de nosotros.
Cada una es única y forma parte de un mosaico de sentires, historias insólitas y a la vez comunes, donde todo puede pasar y a la vez sorprender. El testimonio es un desafío frente a la indiferencia. Están escritas desde un lado, no son neutrales ni descriptivas, no proponen un lugar único, dan cuenta de una experiencia también de quien escucha.
Las historias han sido parte del proceso de escucha de la Comisión y de las vidas que reivindican su lugar en el mundo de un exilio que ha sido la segunda forma de victimización en la guerra, tras el desplazamiento forzado, y sin embargo invisible.(…)
Las historias que aquí se cuentan no tienen una lógica preestablecida, siguen en general los tiempos en cómo fueron escritas, siguiendo el ritmo de la toma de testimonios. Incluyen también reflexiones y lecturas que alimentaron este recorrido. El ritmo muestra cómo nos tejió esa escucha, lo que aprendimos y de lo que nos asombramos. El exilio, el refugio y sus muchos nombres, forman parte no de un colectivo específico, sino de una naturaleza humana desplazada para sobrevivir o migrante para tener una vida que tenga ese nombre. De las respuestas de los estados y sociedades frente a la diferencia, que habla de lo que todas y todos somos. Un lugar en el que reconocerse. El libro puede leerse al derecho y al revés, a pedazos y emboscadas. Ojalá les lleve en sus muchos viajes".
Texto extraído de la introducción de Carlos Martín Beristain.
“Carlos Martín Beristain ha sido integrante activo de esa gran proeza colectiva que ha acometido en Colombia la Comisión de la Verdad. En un país de aguas tan revueltas y capas geológicas de mentiras y engaños oficiales, ¿es posible seguirle el rastro a la verdad? ¿Desenterrarla? ¿Podrá la conciencia colombiana asumir las durísimas verdades que, sobre el país y sobre nosotros mismos, pone en evidencia el informe de la Comisión de la Verdad? Y sin ir más lejos, ¿las que se registran en las páginas que siguen? Beristain habla de conciencia de lo intolerable… ¿Es posible tolerarla?
Yo digo que debemos intentarlo. Urge, a nivel nacional, el ejercicio indispensable de tolerar la verdad, aunque resulte intolerable. Podemos intentarlo de la mano de este libro, bello y tremendo, que allana el camino hacia la conciencia y llama a mirar de frente la propia realidad".
Del prólogo del libro, escrito por Laura Restrepo.
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